El panorama de la seguridad cambia y evoluciona de forma sustancial, un ejemplo de ello, es el uso de drones, aeronaves sin piloto a bordo tripuladas por control remoto.
Esta tecnología ha pasado de ser considerada como algo recreativo a ser un dispositivo clave en diferentes sectores, como en la seguridad vial, la agricultura, en la prevención de riesgos laborales en trabajos de altura, la vigilancia, el rescate, la ayuda humanitaria, el cine o incluso como “perito tecnológico” en compañías de seguros.
Actualmente, con el estado de alarma provocado por la crisis sanitaria del Covid-19, su uso está vinculado con la vigilancia, ya que es un dispositivo que permite tener una amplia visibilidad aérea. Esta tecnología ayuda a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad a intensificar el control en las entradas y salidas de las ciudades, espacios públicos y en aquellas zonas de difícil acceso. Una de las ventajas a tener en cuenta en el uso de un dron es que capta imágenes en tiempo real, dando un apoyo de vital importancia en situaciones de emergencia.
Estas unidades han abierto un nuevo escenario en el que es posible actuar de forma rápida, eficaz y sobre todo segura desde diferentes ámbitos. Su uso correcto ayuda a mejorar la competitividad de los profesionales e industrias y disminuye el impacto ambiental; en definitiva, mejora la calidad de vida de los ciudadanos. Debemos por tanto, aprender a convivir con ellos y por supuesto hacer un uso responsable. Tomar esta tecnología como un bien social, informar a la ciudadanía y ante todo ser transparentes. En ningún caso, la vigilancia con dron puede realizarse en espacios privados, ya que es requerida una autorización judicial.
En España, la regulación y normativa para el uso de drones corre a cargo de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Sin embargo, las autoridades regionales tienen la capacidad de emitir su propia regulación. En diciembre del año 2017, después de algunos incidentes, se publicó un decreto que reguló el uso civil de los drones en territorio español. En esta regulación se recogen puntos importantes como los tipos de drones, el peso, las zonas de vuelo permitidas, las zonas sensibles como son instalaciones gubernamentales o militares y el código de conducta que debe cumplir el operador; entre otras medidas. Si deseas conocer más, puedes consultar aquí esta normativa.
Europa ya se prepara para operar bajo las exigencias de un nuevo reglamento comunitario sobre drones que será aplicable a partir de junio del 2020.
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